La ciudad de Kahun, además del templo funerario de la pirámide, tenía un templo, con sus propios sacerdotes, dedicado al dios de las estrellas, "Sepdu, señor del Este".
Sepdu era representado como un halcón echado, en su forma humana con un tocado de dos plumas de halcón y un cinto shemset. Era el guardián de las fronteras y del Este, fue asimilado a Horus durante la dinastía XII. Su nombre también significa "El Puntiagudo", por la característica de sus afiladas garras de halcón.
Sepdu (hijo de Sirio). En la mitología egipcia, Sopdu era originalmente el calor abrasador del sol de verano. El nombre Sepdu se deriva del calor que llega poco después que la estrella Sirio tiene su salida heliaca, y por lo tanto ser visto como que viene con Sopdet (Sirio, Sotis), siendo Sopdet la deificación de Sirio. De hecho, se dijo que Sopdet dio a luz a este calor, y así Sepdu fue visto como su hijo.
A Sopdu se le conoce como el Señor del Oriente, y tuvo su mayor centro de culto en el nomo oriental del Bajo Egipto, Per-Sopdu (lugar de Sopdu).
La combinación de ser un dios de la guerra y su asociación con los países del Desierto Oriental, le lleva a ser representado como un guerrero asiático, con una faja shemset y el arma larga, se dice que para proteger las fronteras de Egipto en el desierto. La personalidad guerrera de Sopdu le hizo especialmente propicio para ser el vigilante de las fronteras del desierto Oeste y las minas del Sinaí. Figura como "Guardián de la Puerta oriental del Delta".
Este dios guerrero entró en el panteón en época muy temprana. En los Textos de las Pirámides se le relaciona con los dientes del rey, que se transformaba en un dios estrella, dándole un sentido astral.